El científico guatemalteco Luis Zea es el Innovador del año del MIT

 

 

 

Compartimos con todos nuestros usuarios, amigos y público en general la siguiente noticia de este Guatemalteco que sin duda es un orgullo para la nación.

Que su ejemplo sirva para motivar a la juventud a luchar y esforzarse por esos sueños, pensar que educarnos es la mejor herramienta en la vida y que sin duda alguna los “LIBROS” son nuestros mejores amigos en la travesía de la educación.   

El científico guatemalteco Luis Zea es el Innovador del año del MIT

 

Luis Zea es un guatemalteco que trabaja en la NASA desde hace varios años, donde realiza un proyecto para enviar bacterias al espacio y luego estudiar su comportamiento, con el objetivo de determinar porqué las cepas de bacterias son resistentes a ciertos antibióticos.

Su trabajo ha sido el argumento para ser reconocido como el Innovador del Año por la MIT Technology Review y durante su corta visita a Guatemala compartió algunas inquietudes de su labor y el reconocimiento recibido. 

¿De qué trata el estudio y cuáles son los primeros resultados que has obtenido? 

Estoy trabajando para sacar ventaja de fenómenos biológicos y físicos observados en el espacio, para encontrar soluciones a problemas médicos en la Tierra. Por ejemplo, en el espacio se necesitan más antibióticos para matar bacterias. 

Mi trabajo se ha enfocado en investigar los mecanismos físicos y genéticos que hacen que las bacterias actúen de forma distinta en el espacio, incluyendo su resistencia a las medicinas. 

El beneficio que puede traer esto es encontrar nuevos objetivos para atacar bacterias que actualmente son resistentes a los antibióticos, algo que cobra más de 100 mil vidas al año. 

¿Qué significa este reconocimiento para tu carrera científica? 

El mayor significado en cuanto a mi carrera científica es que ayuda a que la gente sepa sobre los beneficios de la investigación espacial, y tener una infraestructura científica en la región. 

Yo dedico buena parte de mi tiempo dando pláticas motivacionales a niños, pero también educacionales a empresas, incluyendo a la industria farmacéutica, en cuanto a los potenciales beneficios que tiene la investigación espacial. 

En el caso de Centroamérica, tener industrias de punta, como la aeroespacial, no solamente podría proveer una infraestructura en órbita que nos pudiese ayudar a monitorear la contaminación en los lagos -actualmente estamos desarrollando un satélite en la Universidad del Valle de Guatemala con este objetivo, deforestación ilegal, prevención y manejo de desastres-, sino que podría traer trabajos bien remunerados al país, y cambiar nuestra mentalidad a que "sí podemos".